domingo, 12 de abril de 2009

Santa semana puenteña

Anoche regresé de Puente Genil, de empaparme en todos los sentidos de su semana santa. Han sido dias de alcohol y flores. De Sol y procesiones. De gente y contrastes. Contrastes es lo que me llevo de aquel lugar. Me quedo con lo bueno, como siempre. Es lo justo puesto que ha sido lo predominante. Me ha resultado curioso encontrar un municipio gobernado por Izquierda Unida tan devoto de la liturgia cristiana. No menos curioso ha sido verme a mí siendo participe de la misma. He subido de espaldas la cuesta que lleva a la iglesia, delante del paso del "humilde" y he contemplado con cierta emoción, totalmente inmovilizado por la multitud, el cierre del paso de "la amargura" mientras todos cantaban al unísono su canción. He asistido a la salida y cierre de los 4 pasos el jueves Santo, sin olvidar las figuras. Y al alba del viernes Santo oí en silencio, medio borracho, entre la gente "la Diana" al santo Patrón. La lluvia nos impidió asistir a la que, me cuentan, es la procesión más bonita de toda la semana Santa. Aquella en la que honran al nazareno con saetas. Otro año será.
Hablaba de contrastes y un servidor no podría pasar la Semana Santa sin rebozarse en tantos pecados como tenga a su alcance. He comido, bebido, fumado y blasfemado hasta la excomulgación. Santa fue la tarde en el patio de Manolo y Carmela donde no faltaron ni un instante el vino, la cerveza y el salmorejo. Yo puse las canciones a unos cordobeses que me pidieron sevillanas y no pude complacerles. Pendiente queda. Improvisamos, eso si, una versión bastante digna del "Sr. Troncoso" de Triana en la que fue precioso oir las voces de todos en el coro, que es casi un lamento, final. Y hubo noches canallas en las que conocí a personas de toda condición e ideologías. Al final pienso que las personas estamos por encima de las etiquetas que nos van, y nos vamos, colgando a lo largo de nuestras vidas.
Han sido, en definitiva, unos dias (con sus noches) intensos donde llegué incluso a perder la noción del tiempo, incapaz de ubicarme en el día que era.
Y hoy resurrección...

1 miradas:

Txiribita dijo...

Me a encantado leerte.