martes, 5 de mayo de 2009

Mayo

En Mayo estallará mi primavera, apenas tengo un dia libre en la agenda en el que no haya planeado hacer nada. Me encanta! Me gustaria ir contandolo por aquí, pero mejor no prometo nada que uno es muy perezoso en este rincon. Por lo pronto abrí las puertas del mes de las flores con un viaje y una fiesta que duró 2 dias. Regresé a Puente Genil y volví aun más encantado de su gente y su alegría. Una vez más me arrastró hasta allí un motivo religioso, pero que nadie se alarme, que mi Fé atea sigue intacta jaja! Fue un bautizo en esta ocasión. Y el día anterior un cumpleaños. Un 18º cumpleaños nada mas y nada menos. Fue bonito camuflarse entre la juventud y comprobar que, aunque a veces no lo parezca, los 18 ya van quedando lejos lejos. Pero vamos, que yo me vi muy bien, eh? todavia no son capaces de dejarme atrás los chavales! Y que dure.
En el bautizo también me amarré a la chavaleria porque, por alguna extraña razón, no hay gente de mi edad en esa familia con la que me he juntado! Asi que iba intercalando momentos entre los mayores de 35 y los menores de 20, que cosas. Y fue la hostia. Al final de la noche conversaciones profundas y mi verborrea pseudo-filosofica como hilo conductor entre ron y ron. Al fin y al cabo somos animales sociales aunque algunos sean más animales y otros seamos más sociales.
¿No les parece un comienzo muy apropiado para un mes como este? a mí desde luego sí.

domingo, 12 de abril de 2009

Santa semana puenteña

Anoche regresé de Puente Genil, de empaparme en todos los sentidos de su semana santa. Han sido dias de alcohol y flores. De Sol y procesiones. De gente y contrastes. Contrastes es lo que me llevo de aquel lugar. Me quedo con lo bueno, como siempre. Es lo justo puesto que ha sido lo predominante. Me ha resultado curioso encontrar un municipio gobernado por Izquierda Unida tan devoto de la liturgia cristiana. No menos curioso ha sido verme a mí siendo participe de la misma. He subido de espaldas la cuesta que lleva a la iglesia, delante del paso del "humilde" y he contemplado con cierta emoción, totalmente inmovilizado por la multitud, el cierre del paso de "la amargura" mientras todos cantaban al unísono su canción. He asistido a la salida y cierre de los 4 pasos el jueves Santo, sin olvidar las figuras. Y al alba del viernes Santo oí en silencio, medio borracho, entre la gente "la Diana" al santo Patrón. La lluvia nos impidió asistir a la que, me cuentan, es la procesión más bonita de toda la semana Santa. Aquella en la que honran al nazareno con saetas. Otro año será.
Hablaba de contrastes y un servidor no podría pasar la Semana Santa sin rebozarse en tantos pecados como tenga a su alcance. He comido, bebido, fumado y blasfemado hasta la excomulgación. Santa fue la tarde en el patio de Manolo y Carmela donde no faltaron ni un instante el vino, la cerveza y el salmorejo. Yo puse las canciones a unos cordobeses que me pidieron sevillanas y no pude complacerles. Pendiente queda. Improvisamos, eso si, una versión bastante digna del "Sr. Troncoso" de Triana en la que fue precioso oir las voces de todos en el coro, que es casi un lamento, final. Y hubo noches canallas en las que conocí a personas de toda condición e ideologías. Al final pienso que las personas estamos por encima de las etiquetas que nos van, y nos vamos, colgando a lo largo de nuestras vidas.
Han sido, en definitiva, unos dias (con sus noches) intensos donde llegué incluso a perder la noción del tiempo, incapaz de ubicarme en el día que era.
Y hoy resurrección...

lunes, 6 de abril de 2009

EN-RED-ANDO

Aunque no lo parezca a juzgar por mis escasas apariciones en mi propio blog. Ultimamente me he dispersado por distintos lugares que la red ofrece. Uno quiere abarcarlos todos a un tiempo y termina descuidandolos. El caso es que mi ausencia nada tiene que ver con pasar de los días donde si que han tenido lugar algunas de las cosas sobre la metamorfosis que reza mi pequeño espacio. Las ire relatando con paciencia puesto que siguen vivas y aun todavia puedo contarlas en tiempo presente. Curiosamente la vida me ha llevado en estos días a volver a vivir de una manera similar a como lo hice en un pasado que se antojaba lejano. Vuelvo a ser un estudiante sin ataduras laborales. Formo parte de esos casi 4millones de humanos que engrosamos las listas del paro en España. Aunque mi situación es un tanto peculiar porque estoy donde estoy por voluntad propia. De hecho deseaba desde hace unos meses que llegara el día en que dejara de trabajar y fuera un parado más. Cada uno tenemos nuestras circustancias. Las mías me han llevado a buscar la manera de poder al fin terminar mis estudios a la vez que me pueda permitir pagarlos. Y poder pagar también el tipo de vida que deseo llevar. Y esa manera ha sido abandonar mi trabajo de repartidor que llevaba desempeñando durante algo mas de 4 años, y ponerme a la larga cola del INEM. Asi que durante los proximos meses (un maximo de 16) recuperare 5 horas cada día, que el trabajo me robaba. De mi depende aprovechar bien ese tiempo que ahora se me da. Ya les iré contando aquí y en otros lugares donde voy dejando trozos.

martes, 13 de enero de 2009

En pijama

He salido de trabajar media hora antes. No había nada que hacer. Esa media horita me ha servido para recoger mis fotos para el DNI antes de que cerrara la tienda. He comprado el pan y he subido a casa con copos de nieve sobre la capucha de mi sudadera. He subido ya con la única intención de llegar, ponerme el pijama y estar en casa toda la tarde. Y así lo he hecho. No ha habido nada ahi fuera que me hiciera salir a la calle, ni siquiera mi clase de inglés a la que he pasado olímpicamente de ir. Una tarde en pijama completamente ociosa. Me han acompañado a los altavoces Andrés Suarez, Antonio de pinto y Otis redding mientras hablaba con amigos por el messenger y actualizaba el resto de espacios que ocupo en la red infinita. Tal como éste.
He disfrutado de cada segundo que la felicidad de estar en pijama me ha dado.

jueves, 8 de enero de 2009

Los restos del naufragio

Hoy empecé a trabajar despues de 8 días de vacaciones. Vacaciones en las que, por cierto, he pillado un fin de semana y 2 festivos y además he estado malo. Eso es lo que comunmente se denomina encima de cornudo apaleao. He vuelto y me esperaba un marrón curioso. Mis jefas en plena crisis, decidieron abrir otro negocio. Negocio que en 3 meses se ha ido a pique. Y a mí me ha tocado recoger los restos del naufragio, como no podía ser de otra manera. Restos en formas de neveras y regalos de todo tipo. El negocio era un minimarket. Ha sido un tanto desolador vaciar el local porque debo admitir que el sitio había quedado muy bonito y con mucho gusto. Pero la gente decidió no ir. Cunde el pánico entre los de abajo, quizá demasiado.
Yo mientras, comienzo a ver el final de mi etapa laboral como repartidor y chico para todo. 4 años son más que suficientes y me merezco un descanso. Creo que por mucho que sople el viento, esta vez seré yo quien abandone el barco antes de que naufrague.