lunes, 10 de noviembre de 2008

Barcelona 8

El viernes pasado, visité el local donde actuaré el próximo 19 de diciembre. La sensación de tener tu primer concierto a un mes vista es extraña. Es como coger una cantidad ingente de ilusión y una cantidad ingente de nervios, mezclarlas y comprimir la mezcla hasta el tamaño de tu pecho. O igual ni siquiera es eso. Es pronto aun para explicarlo, aunque tal vez no llegue nunca a saber lo que he sentido mientras se acercaba el día.
El caso es quedé con la dueña para ver el sitio el viernes. El viernes era un día ideal por varios motivos. Ser fin de semana ya está de puta madre. Tocaba Andres Suarez, que es francamente bueno y tiene un directo brutal. Ideal para comprobar la acustica del garito (que bajo mi punto de vista es sobresaliente). Y por si esto fuera poco, allí me iba a encontrar con las 2 mujeres que han hecho posible que me suba al escenario del Barcelona 8 el mes que viene.
En la puerta estaba Eve (una de ellas) recogiendo el dinero de las entradas, que me vio, me sonrió y me abrazó. Como aun no había empezado el concierto, me quedé en la puerta hablando con ella un rato de como iba a ir enfocando mi concierto, que canciones tenía pensado tocar. Hablamos de sensaciones, de una canción que me gustaría que interpretara a mi lado en LSE y de que ese viernes había que llenar el sitio sea como sea. Haremos lo que podamos.
Se subió Andrés al escenario mientras yo cruzaba la puerta y me abría hueco como buenamente pude entre la gente hasta encontrar un sito en el que apoyarme al pie del escenario. Él si que lo llenó hasta los topes. Es buenisimo, en serio. El concierto fue acojonante, Andrés lo dio absolutamente todo y mientras lo daba, se lo bebía en forma de mojito. Al terminar fui a la barra a encontrarme con Estela (mi manager jeje). Y alli, en la barra, conocí a Ana y Jorge, los dueños del bar. O los encargados o no se muy bien, la verdad. Poco puedo decir salvo que me transmitieron un buen rollo de la hostia. No tuvimos ocasión de hablar apenas nada, pero hay sensaciones que se transmiten ya desde el segundo uno.
Me pedí una copa y fui con Estela y su familia a tirarme en unos cojines que habilitan sobre el escenario cuando terminan los conciertos. Tuve con ella una conversación similar a la que tuve con Eve. Y es que el tema este del concierto está acaparando en cierta manera mis temas de conversacion con la gente. Más aun con ellas, que son las culpables, claro.
Y así transcurrió mi primera visita al Barcelona 8.

2 miradas:

Maria Jesús dijo...

PUes nada majete a pelearlo!!!
Alli staremos para llenarlo, de eso que no te quepa la menor duda!


1abrazooooooo de fuerzas para el artista :)

Muaaaaaaaak!

Anónimo dijo...

Alli estaremos, ya veo que te estas enchufando, mucho ánimo y para lo que necesites ayuda ya sabes...